Hola a todos y a todas y bienvenidos un día más a mi blogg! Hoy voy a empezar una nueva parte en la sección de mis fragmentos favoritos de un libro y es que voy a hacer una recopilación de cada libro de la serie de los hermanos Maddox! Empezaré hoy con "Maravilloso desastre" el libro narrado por Abby y después irá "Inevitable Desastre" que es el que está narrado por Travis y después iré yendo en orden. Espero que os guste!
—¡Soy el tipo de todas!
Miré hacia él y sonreí.
—¡Ah! Una sonrisa. Al final, no seré un cabrón de cojones —dijo guiñando un ojo—. Ha sido un placer conocerte, Paloma.
Sacudí la cabeza con incredulidad mientras Travis sujetaba el papel y se preparaba para hacerme la primera pregunta.
Casi nos dio tiempo a completar una segunda ronda de la guía de estudio cuando llegué a mi clase.
—Patéales el culo —dijo sonriendo, mientras me entregaba los apuntes, apoyado en el quicio de la puerta.
—Estoy encantado de que te lo hayas pasado bien, Paloma. Te lo mereces.
—Gracias —dije con una sonrisa de oreja a oreja. La melodía hacía vibrar mi móvil en la mesilla de noche y lo cogí bruscamente para mirar la pantalla.
La cara de Travis se iluminó, triunfal.
—¿Te gusta?
—¿Que si me gusta? ¡Me encanta! ¡Me has comprado un cachorro!
—Es un Cairn Terrier. Tuve que conducir tres horas para recogerlo el jueves después de clase.
—Así que cuando dijiste que te ibas con Shepley a llevar su coche al taller…
—Fuimos a por tu regalo —asintió él.
—Travis…
—Sé que lo nuestro está jodido, ¿vale? Yo soy impulsivo, tengo mal carácter y tú me calas más hondo que cualquiera. Actúas como si me odiaras y al minuto siguiente me necesitaras. Nunca hago nada bien, y no te merezco…, pero estoy jodidamente enamorado de ti, Abby. Te quiero más de lo que he querido a nadie o a nada jamás. Cuando estoy contigo no necesito beber, ni dinero, ni pelear,
ni los líos de una noche…, solo te necesito a ti. No pienso en nada más. No sueño con nada más. Eres todo lo que quiero.
De camino a la cafetería, me agarró por la mano y entrelazamos los dedos. Parecía muy orgulloso de que fuéramos así cogidos y anunciáramos al mundo que finalmente estábamos juntos. Finch se fijó en que íbamos de la mano y se quedó mirándonos con una sonrisita ridícula.
—Santo cielo, qué sexi estás —dijo Travis, apoyando la cabeza en la mano—. La mujer más guapa de Eastern es mi novia. Menuda locura.
Travis apareció detrás de mí, completamente vestido y preparado, y me rodeó con sus brazos por la cintura.
—¡Estoy hecha un asco! —dije, con el gesto torcido delante del espejo.
—¿No te das cuenta de lo guapa que estás? —me preguntó él, besándome en el cuello.
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